A excepción de unos apartamentos en la cara que da hacia el pueblo y un chiringuito en el otro extremo, la playa de Cala Reona se encuentra libre de las cargas urbanísticas presentes en otras zonas del Mar Mediterráneo.
Este hecho hace que sean pocos los servicios disponibles en la misma, limitándose a papeleras, socorrista y el kiosko bar.
Destaca por ser un enclave poco concurrido y propicio para deportes como la pesca deportiva durante los meses de invierno.
Desde su extremo sur nace un sendero entre los acantilados por el que se puede llegar al Parque Natural de Calblanque, zona en la que disfrutar de unos increíbles arenales dorados y aguas limpias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario